El Vampiro Facial es un innovador tratamiento que combina dos de las mejores técnicas de rejuvenecimiento facial y regeneración celular que te ayudarán a transformar la piel en poco tiempo. El procedimiento aúna todos los beneficios de Dermapen y/o Dermaroller de rango ampliado y del Plasma Rico en Plaquetas en una sola sesión.

Vampiro Facial combina las técnicas médico-estéticas de Dermapen y PRP (Plasma Rico en Plaquetas). En un primer lugar, se aplica el tratamiento de Dermapen y/o Dermaroller de rango ampliado, un dispositivo compuesto por microagujas que realiza múltiples punciones cutáneas que, a su vez, inducen una respuesta de curación de la herida la cuál produce nuevo colágeno y elastina.

Al finalizar la aplicación de Dermapen y/o Dermaroller de rango ampliado, se procede al tratamiento de PRP, el cuál gracias a las micropunciones previas del Dermapen y/o Dermaroller de rango ampliado penetrará en mayor profundidad.

Con el Plasma Rico en Plaquetas conseguimos una piel más tersa al tiempo que gana luminosidad y, sobre todo, una revitalización facial cutánea que se traduce en una piel más joven y sana.

El especialista es quien determinará el protocolo a seguir en cuanto al Vampiro Facial. Lo normal es realizar entre 3 y 5 sesiones, en función del paciente, rasgos y necesidades. Además, también es recomendable llevar a cabo una sesión anual de mantenimiento para mantener los beneficios del tratamiento.

Este tratamiento permite conseguir un efecto lifting temporal, un rejuvenecimiento de la piel y una revitalización facial. Es uno de los tratamientos más populares entre los famosos debido a sus satisfactorios y rápidos resultados en la piel. Los resultados comienzan a ser visibles a partir del primer mes, aunque no serán definitivos hasta que el protocolo sea completado.

Para conseguir los mejores resultados, se recomienda la aplicación del vampiro facial durante una vez cada mes. El número de sesiones varía en función de las necesidades y rasgos de cada paciente, pero en general se recomiendan entre tres y cinco sesiones. Además, para no perder los efectos conseguidos con el vampiro en el rostro, los médicos recomiendan volver a aplicar este tratamiento cada año.